Las Cruzadas Medievales
tienen un mensaje y un Simbolismo que va mucho más allá de la mera
historiografía. Desde la Figura del Peregrino hasta Tierra Santa, así como la
figura del Custodio Caballero, la Historia nos habla de un Simbolismo en
Mayúsculas para todo aquel que lo sepa ver.
En primer lugar, la figura del Peregrino en viaje hacia la Tierra Santa nos habla del actual momento evolutivo de la Humanidad, que tiene que pasar su Antakarana o viaje desde su yo inferior al Yo Superior, su Tierra Santa. Este Peregrinaje es un Viaje Interior e iniciático lleno de peligros y de él nos hablan todas las Escrituras Sagradas de Tradición Iniciática: Baghavad Gitta, Uttara Gita, La Odisea de Homero y muy especialmente la Biblia, en la que el éxodo o peregrinación se multiplica en multitud de ocasiones.
En primer lugar, la figura del Peregrino en viaje hacia la Tierra Santa nos habla del actual momento evolutivo de la Humanidad, que tiene que pasar su Antakarana o viaje desde su yo inferior al Yo Superior, su Tierra Santa. Este Peregrinaje es un Viaje Interior e iniciático lleno de peligros y de él nos hablan todas las Escrituras Sagradas de Tradición Iniciática: Baghavad Gitta, Uttara Gita, La Odisea de Homero y muy especialmente la Biblia, en la que el éxodo o peregrinación se multiplica en multitud de ocasiones.
Se trata de un Viaje hacia dentro de nosotros mismos, el llamado Espacio Interior, que tuvo a Cristo su primer Peregrino, coronando con éxito la iniciación y abriendo las Puertas de Kether, de su doble naturaleza Divina y Humana tiene lugar la posibilidad de la Salvación, Hércules liberando a Prometeo y Dionisos sacrificado del que la Humanidad renace bebiendo su sangre y comiendo su Carne fueron anunciadores del Verbo Encarnado posteriormente en Cristo.
En Segundo Lugar, la Tierra Santa a la que hay que llegar es la Jerusalén Celeste o el Manas de la Iniciación, el Fuego Sagrado de la Iniciación actualizando el Quinto Cuerpo o Quinto Elemento y que requiere el paso por el Antakarana, la escalera mística de los peldaños y pruebas iniciáticas.
En tercer lugar, ese peregrinaje por el Antakarana es una Travesía del Desierto que requiere la labor de los Caballeros Custodios, la Milicia del Cristo, equivalentes a los Budas de Compasión que se esfuerzan en acelerar su iniciación para permanecer por Amor ligados al Pasaje de la Humanidad hasta que el último hombre lo atraviese, esa labor de Custodia y vigilancia.
La militancia en la Orden del Temple es una llamada al Karma-positivo o negativo- para acelerarle a través del Servicio renunciando a toda recompensa de descanso eterno para trabajar por el Pasaje de la Humanidad tras la culminación iniciática que implica las pruebas de Tierra (nacimiento en la caverna), Agua (Bautizo en el Jordán), Aire (Transfiguración en el Monte Tabor) y Fuego (crucifixión y despedida de la envoltura Material). ( /.../ Impossibile Nihil est)
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